En el
año 1920 las mujeres a consiguieron el derecho al voto, esto abrió muchas
puertas para ellas y con este nuevo derecho tendrían que ser consideradas ya
iguales que los hombres. Hoy en día las mujeres siguen teniendo que trabajar
mucho más duro para a conseguir el respeto que se merecen, mientras los hombres
tienen el prestigio de ya tener ese respeto por el simple hecho de ser hombre.
Esta diferencia de género se puede ver obviamente por la diferencia de salario
que hay entre los hombres y mujeres por el mismo trabajo.
Estamos
en el siglo XXI, y nos gusta presumir de nuestra evolución y de lo modernos que
somos. Pero sigue habiendo problemas del siglo pasado, las mujeres siguen
trabajando igual de duro que los hombres por un salario inferior. Durante las
generaciones los hombres siempre han sido los que trabajan por un salario para
mantener la familia, y las mujeres se quedan en casa para cuidar de los hijos. Por
este motivo las mujeres no se ven con las mismas capacidades que los hombres
para trabajar. Esta asunción es incorrecta, es porque las mujeres nunca les
habían dado la oportunidad de trabajar y demostrar su valor.
Las
mujeres, muchas veces son discriminadas por el simple hecho de ser mujeres.
Obtener trabajo a según qué edad es difícil. Entre los veintiocho hasta los treinta
y cinco pasados no son contratadas porque es la edad de tener hijos, y las
empresas que las contratan no quieren contratar a alguien que en un par de años
tomará un tiempo sin trabajar por tener un hijo.
Es
increíble que las mujeres sigan teniendo estos problemas, pero poco a poco se
van mejorando las cosas. Los derechos que consiguieron el siglo pasado, y no
solo el derecho a votar, cada día se ponen en práctica y cada día se tienen más
en cuenta.
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