En el
texto ‘Prohibir’ de Azorín, una de las cosas de que se habla es la expulsión de
los judíos, gitanos, moriscos y extranjeros en general, de España. Hoy en día reconocemos
que esto es una forma de limpieza étnica. Ahora en España los inmigrantes, no
son expulsados, pero tampoco son completamente aceptados.
Los
inmigrantes que vienen a España, vienen en busca de una mejor calidad de vida o
de trabajo. Creo que se les guarda rencor porque generalmente dependemos de
ellos. En Mallorca, como es una pequeña isla, dependemos del turismo, y por lo
tanto dependemos de esos inmigrantes o turistas. Pero nos gustaría mucho no
tener que depender de ellos para mantener nuestra economía.
La
economía es uno de los motivos que se expulsaron los inmigrantes hace tantos años,
porque, generalmente, tenían sus pequeños negocios y, por lo tanto, una buena
calidad de vida cuando muchísimos españoles en esa época no lo tenían.
Ahora,
en el siglo veintiuno, no hay porqué haber esta tensión entre personas de
diferentes países, culturas o religiones. Todos tenemos el derecho de vivir sin
discriminación a base de nacionalidad, lengua, genero y creencias religiosas.
Pero también tenemos la responsabilidad de respetar estar estos derechos.
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