domingo, 25 de septiembre de 2011

Reformulacion 'Validation'

En el video Hugh le gusta hacer sonreir a la gente, le hace sentir mejor. Pero cuando no puede aconseguir hacer sonreir a Victoria, se deprime.
 Creo que des de el primer momento que intenta hacer sonreir a Victòria, ella poco a poco empieza a sonreir y a reir, se da cuenta de que hay mucha felizidad en la vida. También pienso que es mejor que Victoria sea la persona que hace mejorar a su madre, la persona que le hace sonreir.

2 comentarios:

  1. He tenido que quitar la parte de opinión personal del texto porque sino no podía (o no encontraba) la manera de continuar la historia.


    En el vídeo Hugh le gusta hacer sonreír a la gente, le hace sentir mejor. Pero cuando no puede conseguir hacer sonreír a Victoria, se deprime.
    Des de el primer momento que intenta hacer sonreír a Victoria, ella poco a poco empieza a sonreír y a reír, se da cuenta de que hay mucha felicidad en la vida.
    Victoria es la persona que hace mejorar a su madre día a día, la persona que le hace reír pero encontramos la llave para terminar con la enfermedad de la madre: un grandioso pintor que se pasa el día en el parque observando a la gente. Durante una semana, se fija en una persona en concreto: una mujer con unos ojos resplandecientes como diamantes que siempre se sienta en el mismo sitio y nunca, nunca, nunca cambia. Este lugar tan cercano a ella es su silla de ruedas. Pero el pintor ni siquiera aprecia esta aspecto, en lo que el se fija es en su triste mirada. Siempre mira a lo lejos, parece estar esperando una mala noticia, como aquellos que se encuentran a la salida de un quirófano esperando que les digan que su abuela está bien, que va a salir de esa. Pero ese no es el caso de la triste mujer.
    Un día, el pintor se decide a hablar con ella y se aproxima silenciosamente. Toma asiento en el banco más cercano y le pregunta con una cálida voz:
    -Puedo hacerte un retrato??
    No obtiene su respuesta pero si la de una muchacha que se encuentra a su alrededor. Según sus facciones, el pintor se dice a sí mismo que deben ser madre e hija.
    -Lo siento señor, pero mi madre perdió el habla después del accidente.
    -Lo siento muchísimo...Como se llama esta preciosidad de mujer, con estos ojos tan profundos?
    -Su nombre es Marian- respondió la hija sin dar ninguna oportunidad de hablar a su madre.
    -hola Marian, mi nombre es Vespuccio, encantado de conocerle. Seguro que se lo han dicho muchas veces y estará cansada de oírlo pero sabe que tiene unos ojos preciosos?
    Lo obtuvo!! Obtuvo la sonrisa que esperaba; la mujer se ruborizó y contestó inesperadamente.
    Sabia que, desde que dejé de hablar, nadie había tenido al amabilidad de decirme que estaba encantado de conocerme porque todos pensaban que si era incapaz de hablar, también lo era para escuchar.
    Madre!! Ahora soy yo la que no tengo palabras...-comentó Victoria con una pequeña sonrisa.

    Desde ese día, Victoria volvió a sonreír gracias a la amabilidad de un completo extraño, al que estaría agradecida para siempre. De este modo volvió a la normalidad a nuestro anterior protagonista Hugh,

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  2. En las tres primeras palabras, solo deberia poner: A Hugh le gusta...

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